El ensayo ACTION-I de la OMS deja claro que hay muchas zonas de países de ingresos bajos y medianos donde se pueden prescribir glucocorticoides prenatales de forma segura y eficaz. Las instalaciones que cumplan con los estándares clínicos de los sitios del ensayo (o a las que se les podrían proporcionar recursos para cumplir con estos estándares) deben utilizarlos. 

Los investigadores de ACT, que se llevó a cabo en África subsahariana, el sur de Asia y América Latina, utilizaron un diseño pragmático y aleatorizado por grupos para evaluar si la dexametasona prenatal podría administrarse de manera segura y efectiva en entornos comunitarios y de atención primaria donde el acceso a los obstetras y los cuidados intensivos neonatales eran limitados.