Aunque la mortalidad materna disminuyó un 44% a nivel mundial entre 1990 y 2015,1 esto no alcanza la reducción del 75% prevista en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y las tasas siguen siendo inaceptablemente altas, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos (PIMB). La falta de uso de los servicios de salud materna y la mala calidad de la atención son factores críticos que contribuyen a estas muertes. La evidencia acumulada sugiere que una atención de maternidad centrada en la persona (PCMC, por sus siglas en inglés) deficiente, que se manifiesta como falta de respeto, abuso y negligencia, contribuye significativamente a los malos resultados de salud maternoinfantil (MCH, por sus siglas en inglés). Esto ha llevado a llamados a la acción sobre la calidad de la atención de SMI que enfatizan que la PCMC es necesaria para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de menos de 70 muertes maternas por cada 100 000 nacidos vivos. La atención de maternidad centrada en la persona es “respetuosa y receptiva a las preferencias, necesidades y valores de las mujeres individuales y sus familias”, de acuerdo con la definición de atención centrada en la persona del Instituto de Medicina. Los conceptos de atención materna respetuosa (CMR) se incorporan en el PCMC como parte del interés más amplio en la atención centrada en la persona y capturan las dimensiones de la experiencia en la visión de la OMS sobre la calidad de la salud materna y neonatal.