En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que los glucocorticoides prenatales se usaran solo bajo ciertas condiciones, incluida la evaluación precisa de la edad gestacional, el parto prematuro inminente, la ausencia de infección materna y la atención adecuada del parto y de los recién nacidos prematuros. El panel de directrices y un panel de expertos que fue convocado posteriormente por la OMS identificaron la realización de ensayos de eficacia en hospitales de países de bajos recursos como una prioridad de investigación para resolver esta controversia y guiar a los médicos y formuladores de políticas sobre el uso de glucocorticoides prenatales. Realizamos el ensayo ACTION-I de la OMS (Corticosteroides antenatales para mejorar los resultados en recién nacidos prematuros), un ensayo aleatorizado para evaluar la seguridad y eficacia de la dexametasona en mujeres hospitalizadas en países de bajos recursos que corrían riesgo de parto prematuro prematuro.

 El ensayo Acción 1 encontró que entre las mujeres de países de bajos recursos con riesgo de parto prematuro prematuro, el uso de dexametasona resultó en riesgos significativamente menores de muerte neonatal sola y de muerte fetal o muerte neonatal que el uso de placebo, sin un aumento en la incidencia. de posible infección bacteriana materna.